Encuentran muerta a la cantante Sinead O’Connor

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Este jueves, la Policía Metropolitana de Londres ha dado nuevos detalles sobre la muerte de Sinéad O’Connor que fue hallada sin vida este miércoles a los 56 años de edad en su casa en el sudeste de la capital británica. Cuando los agentes llegaron al lugar, la intérprete de canciones como ‘Nothing Compares 2 U’ o ‘This is the day’ “fue declarada muerta” al no responder a ningún estímulo.

Las autoridades aclaran que la muerte no será investigada al “no haber indicios sospechosos” evitando en todo momento hablar sobre las causas de este deceso. Asimismo, explican que “no se contempla la participación de otras personas”. “La policía recibió una llamada a las 11:18 horas del miércoles 26 de julio acerca de una mujer que no respondía a estímulos en una dirección residencial. Los oficiales acudieron al lugar y la mujer, de 56 años, fue declarada muerta en la escena”, reza el comunicado.

“Los familiares han sido notificados. La muerte no está siendo tratada como sospechosa. Se preparará un informe para el forense.”, concluye el citado documento. Se desconoce quién avisó a las autoridades del fallecimiento. El deceso de la artista irlandesa se produjo tan solo unos días después de que se mostrara muy ilusionada por regresar a Londres, ciudad a la que llamaba “su hogar”, y de escribir nuevas canciones.

Problemas mentales

En 2007, Sinéad O’Connor confesó en una entrevista en ‘The Oprah Winfrey Show’ que había sido diagnosticada de trastorno bipolar y que en 1999 había intentado suicidarse. “No hay nadie, absolutamente nadie en mi vida a excepción de mi médico, mi psiquiatra, el hombre más dulce sobre la tierra, que dice soy su heroína. Es lo único que me mantiene viva en ese momento y eso es algo patético”, confesó. Sus problemas se incrementaron en 2022 cuando su hijo Shane se suicidó. “Voy a tomarme un tiempo privado para llorar a mi hijo”, dijo.

La juventud de O’Connor estuvo marcada por los abusos sexuales que su madre cometió sobre ella cuando todavía era una niña. A los 15 años fue internada en una escuela y fue allí donde empezó a tener contacto con la música. Su primer álbum, I Do Not Want What I Haven’t Got, vendió siete millones de ejemplares.